Para antes del 31 de diciembre de 2020, todos los municipios que superen los 5.000 habitantes deberán separar sus residuos orgánicos. Esta medida se recoge en los objetivos del gobierno de España con tal de cumplir los plazos de reciclado acorde con la nueva directiva de residuos que aprobará la UE.
La información pública, sacada por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente establecerá dicha obligación para todas las localidades españolas con más de 5.000 habitantes.
Esta actividad se añade a otras impulsadas por el Gobierno para reducir la producción de residuos como el plástico y aumentar las tasas de reciclaje, expresada en el Real Decreto que aprobó el Ejecutivo para la reducción del uso de bolsas de plástico. El Decreto es la futura “hoja de ruta” para el uso de plástico en España, que insistirá en evitar el abandono en el medio ambiente, en mermar la generación de residuos plásticos, el aumento de la tasa de reciclaje y la reutilización, además de impulsar la generación de plástico reciclado de calidad con tal de aumentar su uso en todos los sectores productivos.
Para lograrlo, la prioridad será la disminución de productos plásticos de un único uso, como las pajitas o los vasos, el conveniente tratamiento de productos tales como toallitas húmedas, la eficaz gestión de plásticos de uso agrícola, limitación de plásticos fragmentables o la suma intencionada de microplásticos que terminan en el medio ambiente.